Hoy me toca a mi (Claudia) traeros una receta de mi tierra.
La crostata es un dulce típico italiano, que guarda un gran parecido con la tarta austríaca llamada Linzer torte, por su aspecto y elaboración, si bien se diferencia de ella en los ingredientes que componen la masa, pues esta última lleva una buena dósis de harina de almendra, mientras que la crostata se elabora sólo con harina de trigo.Es una receta sencilla que no requiere demasiados ingredientes, la única dificultad tal vez resida en la necesidad de manipular la masa lo más rápidamente posible para que la mantequilla no se ablande en exceso con el calor de las manos, pero no hay nada que no resuelva un golpe de frigorífico ;-)
Si alguna vez habéis ido a Italia de vacaciones seguramente os la habréis encontrado en el buffet de desayuno, rellena de mermeladas o cremas.
También es una óptima opción para meriendas, acompañada por un buen té o un café, os aseguro que dejaréis a vuestros invitados encantados, pues siempre que la he hecho para alguien he acabado escribiendo la receta ;-)
Ingredientes:
300 grs de harina de trigo
150 grs de azúcar
150 grs de mantequilla cortada en dados, recién sacada de la nevera
1 huevo
Medio sobre de levadura en polvo (tipo Royal)
La ralladura de un limón
La ralladura de un limón
Un bote de mermelada de 350grs aprox.
1 huevo batido para pincelar.
Elaboración:
En un bol grande ponemos la harina junto con la levadura, la mantequilla fría cortada en dados, el azúcar, la ralladura de limón y el huevo.
Amasamos todo con las manos.
Al principio, parecerá que la mezcla nunca se volverá homogénea, tendremos una masa harinosa, aparentemente difícil de compactar, pero al cabo de un rato la mantequilla empezará a ablandarse y la masa se hará cada vez menos harinosa, hasta obtener una masa compacta, de consistencia parecida a la plastilina.
En este punto, hacemos una bola, la envolvemos en papel film y la dejamos reposar en la nevera: media hora será suficiente.
Pasado este tiempo, ponemos el horno a precalentar a 180º.
Sacamos nuestra masa de la nevera, apartamos un tercio que servirá para realizar las tiras de arriba y colocamos la masa restante sobre una hoja de papel de horno, para poder extenderla sin la necesidad de utilizar demasiada harina.
Ayudándonos con un rodillo y un poco de harina si la masa se vuelve demasiado pegajosa, extendemos una lámina de masa circular, de aproximadamente 4 mm de grosor.
Sobre un molde redondo de unos 23cm de diámetro, volcaremos nuestra lámina de masa, para cubrir el fondo y aproximadamente 3 cm de las paredes. Esta operación os será fácil porque si se os rompe la masa, al tener una consistencia como de plastilina, podréis cubrir los huecos con trocitos de masa sin problema y sin que se noten los parches :-)
Una vez realizada esta operación, recortamos los bordes sobrantes con la ayuda de un cuchillo o un cortapastas de los que van con ruedecilla y rellenamos nuestra tarta con la mermelada.
A continuación, extendemos la masa que habíamos apartado anteriormente y hacemos una lámina de 4mm de grosor.
Recortamos tiras de unos 2 cm de ancho y las vamos colocando sobre nuestra tarta, asegurándolas bien, apretando los dos extremos a las paredes de la tarta y recortando los trozos sobrantes.
Realizaremos una fila en horizontal y otra en vertical, hasta que formemos una especie de rejilla como podéis ver en las fotos del resultado final.
Pincelamos las tiras de masa con huevo batido y cocinamos en el horno con calor arriba y abajo, durante 30 minutos aproximadamente. Cuando pasen los 30 minutos, ojo con el horno, estará lista cuando la masa adquiera un tono dorado. No dejéis que se oscurezca demasiado o quedará demasiado dura.
Pincelamos las tiras de masa con huevo batido y cocinamos en el horno con calor arriba y abajo, durante 30 minutos aproximadamente. Cuando pasen los 30 minutos, ojo con el horno, estará lista cuando la masa adquiera un tono dorado. No dejéis que se oscurezca demasiado o quedará demasiado dura.
Notas:
- Si en algún momento al manipular la masa se vuelve demasiado blanda, no caigáis en la tentación de agregar harina. Podéis volver a meterla en la nevera unos 30 minutos, esto hará que la mantequilla vuelva a endurecerse y hará la masa más manejable.
- Si os sobra algo de masa, no la tiréis, salen unas galletas riquísimas.
- Si queréis darle un toque más, podéis espolvorear un poco de azúcar glass por encima.
Espero que os haya gustado la receta.
Pero que cosa mas buena! una "pie" en toda regla, da pena hasta comersela con lo bonito que te ha quedado...
ResponderEliminarBesos!
¡Que buena pinta! A ver si la hago un día que con lo larpeiros que somos aquí, ¿verdad? Besiños.
ResponderEliminarQue pintaza tiene y además que presentación más bonita!
ResponderEliminarBesos de Bea y Mara
Me encanta Ary!!!
ResponderEliminarYo tengo una parecida con las moras que recogimos. Este tipo de tartas o pies son ideales para meterles cualquier tipo de fruta y si son fresas mejor que mejor.
Besos mil y feliz finde